El vicepresidente de operaciones, René Francisco, detalla la hoja de ruta del conjunto cibaeño, que busca lanzadores importados mientras se apoya en el talento nativo de posición.

El recorrido de René Francisco lo autoriza para hablar con propiedad sobre cómo se construyen equipos campeones en la Lidom. El ejecutivo ayudó a Moisés Alou a romper la sequía de títulos del Escogido en 2010, trabajó con Junior Noboa en el Licey en 2017 y fue el arquitecto del primer cetro de los Gigantes en 2015.
En febrero, la directiva de las Águilas Cibaeñas —que consideran sus cuatro torneos sin ganar como una eternidad— lo designó como vicepresidente de operaciones con la misión de devolver la alegría a una de las fanaticadas más exigentes del Caribe.
Diagnóstico y estrategia
Tras más de seis meses en el cargo, Francisco se muestra optimista, aunque reconoce que faltan ajustes. En su primera evaluación encontró una base sólida de bates nativos, mérito que atribuye a su antecesor, Ángel Ovalles, y definió como prioridad reforzar la defensa y el cuerpo de lanzadores.
“La mayoría de los refuerzos que vamos a traer serán abridores. Es el punto donde más apoyo necesitamos. Para ganar también hace falta un cerrador, y aunque no sabemos si (Daniel) Misaki vuelve, vamos a buscar uno”, explicó.
El plan contempla la integración temprana de nombres clave como Aderlín Rodríguez, Andretty Cordero, Juan Lagares, Jerar Encarnación, Stewart Berroa, Ezequiel Durán y Leody Taveras. También la participación de promesas de alto perfil como Leo De Vries, prospecto número tres de MLB, junto a Adael Amador (Rockies), Ángel Genao (Guardianes) y Daniel Vásquez (Royals).
La promesa a la fanaticada
Francisco evita caer en triunfalismos:
“No prometo campeonato porque la pelota es difícil, pero sí prometo que los jugadores darán el máximo en el terreno. Ganemos o no, el fanático puede estar seguro de que se jugará con entrega”, afirmó desde Estados Unidos, donde supervisa al equipo Clase A de los Reales, franquicia de MLB en la que es vicepresidente.
También destacó la designación de Luis Urueta como dirigente, valorando su experiencia y liderazgo para mantener al grupo en una misma página.
Decisiones difíciles
En este proceso, Francisco ha tomado decisiones que no todos los fanáticos han asimilado bien, como la no retención de Jonathan Villar, la salida de Enny Romero o no incluir a Luis Polonia en el cuerpo técnico.
Defendió que se hicieron esfuerzos, pero apuntó a las limitaciones del sistema de agencia libre de Lidom, que abre tarde el mercado y genera distorsiones.
“La agencia libre es buena para el pelotero porque mejora sus ingresos, pero creo que debe revisarse su aplicación para que no desequilibre a los equipos”, opinó.
Sin presión extra
Con más de 30 años en MLB —inició con los Bravos en 1993, pasó por los Dodgers y desde 2005 labora con los Reales—, Francisco asegura que maneja este reto sin nerviosismo:
“La pelota es de día a día. Nunca he trabajado bajo presión porque no creo que sea positivo. Lo importante es dar estructura y confianza al jugador”.
El ejecutivo santiaguero, que de niño acompañaba a su padre liceísta al Estadio Cibao antes de emigrar a Estados Unidos, insiste en que su meta es clara: devolver a las Águilas a la ruta ganadora con un plan basado en disciplina, unión y refuerzos estratégicos de pitcheo.
Periodista en formación, Productor Audiovisual, Fotografo Profesional, Director de ElViaducto.NET y las Emisora ElViaductoFM y RadioJesucristo.com, Productor del Programa A Nivel Radio y Conductor.