Washington defiende la acción como parte de un “conflicto armado”, mientras Venezuela denuncia un montaje y la región expresa preocupación por el precedente

El reciente ataque militar de Estados Unidos contra una embarcación venezolana, en el que murieron 11 personas y que Washington justificó en el marco de la lucha contra el narcotráfico, ha elevado las tensiones en el Caribe y generado un intenso debate internacional.
La Casa Blanca explicó que la operación, ordenada por el entonces presidente Donald Trump, respondió a las leyes de un “conflicto armado” y se dirigió contra la organización criminal transnacional Tren de Aragua, considerada una amenaza para la seguridad regional. El giro marca un cambio respecto a las políticas tradicionales de decomiso, detención y sanciones.
Choque de versiones
Mientras el gobierno de Nicolás Maduro calificó el ataque como un “invento” de Estados Unidos, medios venezolanos difundieron mensajes de condolencia por los fallecidos, cuestionando la narrativa oficialista.
De acuerdo con reportes locales, la lancha había salido el 31 de agosto desde San Juan de Unare con destino a Trinidad y Tobago, una ruta frecuentemente utilizada por redes de narcotráfico que emplean a pescadores como transportistas.
El analista José Enrique Arrioja, director de Americas Quarterly, advirtió que la acción de Washington “subvierte principios legales y protocolos internacionales”, al asumir la culpabilidad irrefutable de los ocupantes de la lancha, un enfoque más propio de un escenario bélico.
Escalada militar
El Pentágono informó que dos cazas F-16 de Venezuela sobrevolaron al destructor USS Jason Dunham, lo que consideró una maniobra provocativa. Estados Unidos ha desplegado ocho buques de guerra, tres embarcaciones anfibias y más de 4,500 efectivos en el Caribe sur, además de diez cazas F-35 en Puerto Rico.
El secretario de Estado Marco Rubio advirtió que la estrategia ya no será solo la interdicción de cargamentos, sino que volverán a atacar embarcaciones asociadas al narcotráfico, incluso evaluando la reinstalación de bases militares en la región.
Reacciones internacionales
El ataque provocó reacciones inmediatas:
- La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, respaldó la acción y llamó a “eliminar violentamente” a los narcotraficantes.
- Caribbean Airlines suspendió sus vuelos entre la isla y Venezuela por todo septiembre.
- Gobiernos de Perú, República Dominicana, Ecuador, Paraguay y Argentina se sumaron a la declaración de Estados Unidos, catalogando al Cartel de los Soles como organización terrorista.
- El presidente Gustavo Petro de Colombia advirtió que la cooperación con Washington depende del respeto al derecho internacional.
- La ONU recordó que el uso de fuerza letal debe ser el último recurso y exigió investigar las muertes.
El episodio, considerado un precedente peligroso, refuerza la presencia militar de EE. UU. en el Caribe y tensiona aún más las relaciones con Venezuela y con los países de la región que se debaten entre respaldar la acción o exigir prudencia.
Periodista en formación, Productor Audiovisual, Fotografo Profesional, Director de ElViaducto.NET y las Emisora ElViaductoFM y RadioJesucristo.com, Productor del Programa A Nivel Radio y Conductor.