Los Paliques de Punco

Punco Diaz PiñeiroPor Punco Piñeyro

Siendo adolescente en una tarde de lluvia pude estar en un solar vacío donde días antes habían derrumbado el antiguo local de la escuela intermedia y dar paso a la construcción de lo que es hoy, el edificio que aloja las sedes de Gobernación y el cuartel de la policía en la calle Rosario de nuestra Moca.

El popular mocano Juan Miñá era un lector apasionado de las novelas de vaqueros y creo que es difícil quitarle el que más historietas comprase y leyese en toda Moca y  el escritor Marcial Lafuente Estefanía no se enteró nunca que tenía en Miñá un seguidor tremendo. Y hablando de lectura, necesario evocar a doña Argentina Rosario, que facilitaba con su arduo trabajo ya que iba en persona a los hogares del pueblo, llevando libros y revistas de todo género, como “Carteles”, “Vanidades”, “Lux” entre otras.

En días pasados murió el conocido “Linito” por su dedicada faena de recoger cosas en un carretón, pero anterior a eso, mucha gente ignora que él estuvo largo tiempo en el frente de la Ferretería ubicada en la calle Duarte esquina Colón, haciendo de limpiabotas, lo cual lo hacía con gran destreza, a pesar de cierta dificultad que tenía en sus manos! OFREZCOME! Dejaba el calzado con un lustre impecable.

Hace ya algunos años, le sugerí al Sindico Emilio Lulo Gitte (Milito) lo oportuno construir un triángulo en la intersección de las calles Ángel Morales y Sánchez para facilitar un mejor desenvolvimiento del tránsito y dio su aprobación y !Manos a la obra! Entre Fifito Almánzar, Santiago Russo y un servidor hicimos la tarea y ahí está colocado al frente de Televiaducto y la plazota del Corazón de Jesús.

Director en Multimedios El Viaducto.NET |  + posts

Periodista en formación, Productor Audiovisual, Fotografo Profesional, Director de ElViaducto.NET y las Emisora ElViaductoFM y RadioJesucristo.com, Productor del Programa A Nivel Radio y Conductor.

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El eco de la vida: donde habitan los recuerdos más allá de la tumba

No me busques entre las lápidas frías, donde el silencio es un sudario y el tiempo devora nombres grabados. Mi tributo no es al mármol inerte, ni al polvo que el viento arrastra. Yo no visito muertos; persigo el eco vibrante de sus días, la esencia viva que aún respira en el mundo.