Las autoridades buscan legalizar las viviendas subterráneas (“ADU”), prohibiéndolas en zonas inundables y obligando mejoras estructurales para proteger a millones de inquilinos de clase trabajadora.

Nueva York, EE. UU. – Tras permitir su legalización en 2024, la ciudad sigue avanzando en la regulación de viviendas subterráneas, conocidas como basements o ADU (Unidades de Vivienda Auxiliar). El nuevo paquete de normas forma parte del plan “Ciudad del Sí” del alcalde Eric Adams, cuyo propósito es transformar estas unidades informales en viviendas seguras y asequibles.
Las regulaciones exigirán:
- Dos salidas de emergencia, sensores de agua y alarmas en cada espacio habitable.
- Prohibición de instalación en zonas de alto riesgo de inundación, como áreas costeras o inundables por lluvia histórica.
- Sistema de riego automático, acceso adecuado a servicios de emergencia, señalización visible (“ADU en la parte trasera”) y restricciones de ventilación/escala.
Las ADU incluyen no sólo sótanos, sino también áticos y viviendas en patios traseros en los cinco condados de la ciudad. Además, cada lote solo puede tener una ADU si el propietario reside en la vivienda principal.
Las agencias municipales (HPD, BOD, DEP y DOHMH) presentarán estas normas en consulta pública el 18 de agosto, con vistas a su aprobación final a fin de año. Se espera que el sistema esté plenamente operativo hacia 2029, incrementando el parque de viviendas.
Estas medidas responden a tragedias como las causadas por la tormenta Ida en 2021, donde murieron al menos 14 personas atrapadas en sótanos sin salidas adecuadas. Hoy se estima que existen más de 30,000 apartamentos ilegales en sótanos, aunque la cifra podría superar los 100,000 si se incluyen todos los condados.
Para incentivar a los propietarios, la ciudad lanzó el programa piloto “Plus One ADU”, que financia adecuaciones de hasta $395,000, combinando préstamos subvencionados y subvenciones directas. Se prevé expandir este programa para permitir la legalización de miles de sótanos sin vivienda.
Sin embargo, surge preocupación: dueños como Berenice Galván, que alquila un sótano en Queens, advierten que si no pueden hacer las mejoras, enfrentarán multas de $10,000 a $30,000 o incluso desalojo. Muchos temen que los costos se traduzcan en aumentos de renta y pérdida de acceso a viviendas asequibles.
El plan busca equilibrar la necesidad de más viviendas con la salud y seguridad de millones de residentes de bajos ingresos, particularmente inmigrantes y trabajadores.

Periodista en formación, Productor Audiovisual, Fotografo Profesional, Director de ElViaducto.NET y las Emisora ElViaductoFM y RadioJesucristo.com, Productor del Programa A Nivel Radio y Conductor.