Por Mauricio Toribio
Caminando siempre voy
Entre espinas, entre rosas
Unas veces siendo sombras
Cuando puedo ser la luz.
Siempre he dado lo que tengo:
Mi vida, mi razón y todo cuanto soy,
Buscando con ilusión
Conseguir de corazón,
El amigo que no tengo.
Caminando bien despacio
Aunque a veces apure el paso,
Siempre sin descanso
He tratando de alcanzar,
Ver mi luz brillar
Aunque no sea en el cuerpo mío.
Ayudando siempre paso
Al necesitado sin consuelos; y
A todos los que tienen miedos
Ver sus luces apagar,
Prestándole mí antorcha
Para que se puedan alumbrar.
Me entrego con amor
Ha todo lo que me he propuesto,
Lo hago sin despecho
Entregando lo que soy,
Un ser con mucho amor
Y de buenos sentimientos.
Casi siempre la he pasado
Ayudando a que florezca
Sin imaginar en que dirán
O si alguien se diera cuenta
Que era mi luz la que brillaba
Y no la del que la ostenta.
Yo que anduve mil caminos
Entre espinas, entre rosas;
Pero más que todo siendo sombras
Cuando puedo ser la luz.
Caminando sin parar
Vi a muchos pervertidos
Destruyendo lo que es mío,
Tratando de apagar: la antorcha
y la luz de mi camino.
He puesto en otras manos
Que no supieron aprovechar
El interés que tenía en dar
Lo que es mío, por su bien
Y no quisieron entender
Que así crecía más,
Porque como dice el buen refrán:
A ninguna parte va a parar
Aquel que pague con un mal
El bien que les hayan hecho.
21/07/2011
Periodista en formación, Productor Audiovisual, Fotografo Profesional, Director de ElViaducto.NET y las Emisora ElViaductoFM y RadioJesucristo.com, Productor del Programa A Nivel Radio y Conductor.