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La mujer convenció a la madre de entregarle a la menor, pero terminó sometiéndola a actos de tortura que culminaron con su muerte
Lo que parecía un gesto de ayuda se convirtió en una tragedia. Según la solicitud de medida de coerción presentada por el Ministerio Público, Yokeiry Coronado de la Cruz está acusada de torturar y causar la muerte de su sobrina política, una niña de 7 años identificada con las iniciales S.C., tras prometerle a su madre que le daría “una mejor vida”.
En abril de este año, Yokeiry viajó al municipio Peralvillo, Monte Plata, donde convenció a Estefani Morla Coronado, madre de la menor, de confiarle su custodia debido a las condiciones precarias en que vivían. La madre aceptó con la esperanza de que su hija recibiera mejores cuidados.
Señales de alerta ignoradas
Tras la entrega, Estefani mantenía contacto con su hija a través de videollamadas por WhatsApp, confirmando que estaba bien. Sin embargo, en los últimos dos meses, Yokeiry impedía que madre e hija hablaran directamente, alegando repetidamente que la niña “estaba dormida”.
El Ministerio Público sostiene que durante julio y agosto, en una vivienda ubicada en el sector Los Guandules, Distrito Nacional, Yokeiry sometió a la menor a actos de tortura y barbarie que terminaron provocando su muerte el 16 de agosto de 2025.
La complicidad del silencio
La acusación también involucra a su pareja, Jeider Montero Medina, quien —aunque tenía pleno conocimiento de los abusos— nunca los denunció, convirtiéndose en cómplice pasivo del crimen.
El informe forense determinó que la causa de muerte fue consecuencia de maltrato reiterado, lo que contradice la versión de Yokeiry, quien intentó dar explicaciones inconsistentes a las autoridades.
Medida de coerción pendiente
La Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional conocerá este miércoles la solicitud de prisión preventiva contra Yokeiry y Jeider. La audiencia estaba pautada para el martes, pero fue reprogramada a petición del abogado de Montero, quien pidió más tiempo para conocer el expediente.
Por su parte, el abogado de la madre de la menor, Wilson González, declaró que Estefani nunca sospechó de los maltratos, pues confió en Yokeiry para el cuidado de su hija. Sin embargo, admitió que la progenitora no la visitaba con frecuencia debido a compromisos laborales.
El caso ha generado consternación nacional, reabriendo el debate sobre la vulnerabilidad de la niñez y la necesidad de reforzar mecanismos de protección para evitar tragedias como esta.
Periodista en formación, Productor Audiovisual, Fotografo Profesional, Director de ElViaducto.NET y las Emisora ElViaductoFM y RadioJesucristo.com, Productor del Programa A Nivel Radio y Conductor.
