Están en cada uno de nuestros ambientes y podemos identificarla con facilidad porque se hacen siempre las víctimas y quieren vivir culpando a los demás de sus desaciertos y fracasos, olvidando que han sido arquitecto de su propio destino, ya que por su manera de ser, alejan de su lado a la mayoría de personas de buen corazón, buenos sentimientos y acciones positivas en la vida.

También pueden identificarse las personas toxicas o venenosas, porque en sus conversaciones cotidianas están contrarias a todas las cosas y siempre viven hablando y criticando el éxito de los demás, pero nunca se detienen a analizar las razones de sus fracasos. Para estos el único mundo bueno y perfecto es el que ellos han construido en sus mentes.

En razón de que la persona tóxica o venenosa no han tenido ningún éxito en la vida (personal, familiar, profesional), quiere tapar sus fracasos y desaciertos comparándose con los demás, casi siempre hablando mal de aquellos que entiende representan y tienen lo que en su vida quiso tener, pero que nunca ha logrado porque sus prioridades fueron otras y nunca tuvo la disciplina para lograrlo.

Una característica que marca a las personas tóxicas y venenosas es que siempre viven cada día peor, ya que emplea la mayoría de su tiempo en criticar a los demás y quejarse de su propia situación, pero nunca en trabajar, luchar para hacer buenas cosas y buscar la superación personal.

Recomendamos aléjese de aquellas personas ruidosas y toxicas que andan a su labor, las cuales solo buscan poner mal oliente tu ambiente con palabras contaminantes y dañinas. Experimente el ejercicio de renunciar a todo este tipo de personas y notará que a partir de esta decisión comenzará a vivir mejor. 

NOTA: El autor es periodista, abogado, escritor y productor de radio y televisión.