Por Mauricio Toribio (mtoribio17@hotmail.com)

Dizque la justicia es ciega, al menos eso lo he oído decir desde que nací, pero hay cosas que no entiendo.  Una persona se roba una pierna de salami, un racimo de plátano, una funda de pan, una gallina o cualquier cosa prácticamente insignificante, tan solo para mitigar el hambre, lo agarran y les cantan cinco, diez, quince y hasta veinte años de prisión, en cambio otra persona se roba el patrimonio de la nación, o se roba un banco con muchísimos millones de pesos,  o en este caso el señor que se cogió cinco millones de pesos que habían enviado con el a depositar y solo les cantan año y medio de prisión, ¿Explíquenme eso?

Si se trata de un meta mensaje a mi humilde entender es de muy mal gusto porque eso lo que esta diciéndole a la población creciente es que cuando vayan a robar, roben mucho porque así el pago de sus penas serán menores.  Para nada quiero con esto justificar los robos, tan solo quiero que alguien me explique eso siendo la justicia ciega como se dice.

Al que se robe un peso como al que se robe millones hay que aplicarles el peso de la ley dependiendo de la magnitud del delito cometido.  O ¿Será que hay ¨gato entre macuto¨ envueltos en todo esto? y el que va a pagar condena sea solo un instrumento de otro u otros más grandes o de ¡algún hijo de papi y mami que no se quiere que el prestigio de la familia salga a relucir!, eso no lo sabemos y quizás nunca nos enteremos.  Mientras la justicia actúe de esa manera, no habrás  justicia.  Mientras se abran causas para culpar al delito y no para erradicar lo que motiva esos delitos, no estamos haciendo nada.  Hay que irse a los males y curarlos, de seguro que evitaremos que se sigan corrompiendo nuestra sociedad si eliminamos la causa.

Entiendo que hay que ser justo y medir a todos con la misma vara.  El que cometió un delito pequeño que se le juzgue y pague una condena pequeña, pero el que cometió un delito grande, que también se le juzgue y pague una condena grande.  La justicia terrenal tiene que parecerse a la justicia celestial en donde todos pagaremos dependiendo de nuestros pecados y no habrás padre, madre, tío, abuelo, juez o abogado que pueda ayudarnos o interceder por nosotros.  Todos estaremos en el banquillo, uno por uno iremos desfilando, así que les exhortos a todos que obremos en buena lid en la tierra para que en el cielo no se nos cobre por lo que aquí hicimos.