Por Shanif Castillo Almanzar.

El 21 de agosto de este año  cumplo apenas 19 años de edad lo que me permitirá ejercer por primera vez ese derecho que nos concierne a todos los dominicanos, razón por la cual, me he visto obligada a escribir este artículo, invitando a reflexionar a todos aquellos que, como yo, irán por primera vez a las urnas a elegir las autoridades que nos gobernaran por los próximo cuatro años.

Mi simpatía a los gobiernos del PLD y en especial por el presidente Leonel Fernández surgió  a raíz de una frase que escuche de él,  al responder una pregunta durante una entrevista que se le hacía con respecto a la construcción de la primera línea del Metro de Santo Domingo, cuando le dijo a los periodistas “Los gobiernos no gobiernan para las próximas elecciones sino para las próximas generaciones”.

Por Jackson Pichardo

El día 1 de mayo se conmemora el día del trabajo prácticamente todos los países del mundo, excepto los Estados Unidos de Norteamérica , ya que fue en esta nación, donde se originaron los hechos, que nos hacen recordar a todos,  que el día 1 de mayo es día del trabajador.

Cuanto ha cambiado la forma oficial de conmemorar este día alrededor del mundo,  en los últimos 25 años, con la caída de los regímenes del llamado socialismo real en Rusia y la Europa del este, la conversión de China ala filosofía del mercado, y los cambios tecnológicos aplicados a la economía, han hecho en la apariencia que cambie la imagen clásica que muchos tenían,  de que el trabajador era aquel que estaba vinculado a la industria y al proceso productivo real, creando bienes y riquezas que redundaban en mayores beneficios locales para sus comunidades.

Cuando vende el voto come un dia y pasa hambre siempre.

Por Nicolás Arroyo Ramos, M.A.

El clientelismo político,- una práctica tan usual, antidemocrática, corrupta y perversa en estos tiempos-, atenta contra la dignidad humana y el derecho soberano de elegir libremente a sus autoridades que tiene cada ciudadano, ya que los que manejan mayores recursos, los emplean para imponer su poder, fuerza y decisión, entre los más débiles, logrando comprar las voluntades, y hasta torcer el rumbo de una nación, eligiendo autoridades que no siempre se corresponden con los mejores intereses.

Llora ante la presencia de Dios, el hecho de que en pleno Siglo XXI, cuando se supone que hemos avanzado, todavía algunas personas acudan a depositar su voto, por el pago de algunos pesos, una tarjeta de solidaridad o bono gas, unas cuantas libras de arroz, una cuantas libras de habichuelas, algunas fundas de espaguetis, algunas fundas de cemento, algunas hojas de zinc, un poco de madera, el arreglo de cacita y algunos electrodomésticos, la promesa de un empleo, entre otros.

Por Benjamin Garcia

Todo podría empezar por un “no me gusta esa blusa roja”, a seguidas de una orden acatada con cierto beneplácito, de no volver a ponérsela jamás.  Ante las amigas el comentario es recurrente, “es un hombre bueno, una persona con la cual me siento segura, pues me gustan los hombres con autoridad”. Así la rueda de la violencia inicia su camino, imparable y brutal.

La tolerancia a este tipo de conductas abre la ruta, casi siempre de forma irremediable, a una relación de dominio y manipulación. Entre los jóvenes es hasta cierto punto común, la solicitud de informaciones personales con la excusa de que “entre nosotros no debe haber secreto”, cuando de fondo está el afán de control. El juego peligroso de la manipulación encuentra en ello el abono necesario para su desarrollo.

Por Mauricio Toribio (mtoribio17@hotmail.com)

Como duende ambicioso te apresuras,