El momento de renovar la cartelera se acerca y, en esta ocasión, Argentina  sustituirá títulos estrenados hace algunos días por cintas extranjeras entre las cuales apareceLula, el hijo de Brasil, una producción inspirada en la figura de Luiz Inácio Lula da Silva, el actual presidente del pueblo brasileño. 

La obra, que tuvo como directores a Fábio Barreto y Marcelo Santiago, intenta mostrar cómo fue la vida de este hombre de origen humilde que nació el 27 de octubre de 1945 en el seno de una familia numerosa del estado de Pernambuco.

Aunque no es el propio mandatario quien se encarga de reflejar en pantalla sus vivencias más importantes, la película se las ingenia para retratar con la mayor fidelidad posible la vida de este político brasileño que, antes de llegar a la presidencia de su país, fue lustrabotas, ayudante en una tintorería, vendedor ambulante y obrero.

Pese a que, en la actualidad, es el líder más influyente del mundo según la revista“Time” (medio que lo definió como un ser carismático que es amado por sus conciudadanos y posee “un alto nivel político”, según reproduce “Infobae”), Lula ha dicho en una oportunidad que él no cree tener “muchas cualidades personales”. Si llegó a triunfar y logró convertirse en una figura poderosa es porque, de acuerdo a sus palabras, ha sido fiel a propósitos que no son suyos, “sino de millares de personas”.

No todos coinciden con su línea de pensamiento ni tampoco está libre de críticas, pero este gobernante que está a punto de dejar el cargo de presidente consigue provocar una gran admiración por haber sorteado con éxito numerosos obstáculos y llegado a superarse a sí mismo. Por eso los impulsores de Lula, el hijo de Brasil (largometraje inspirado en un libro del mismo nombre que publicó hace tiempo la historiadora Denise Paraná) consideraron interesante y oportuno exhibir esta cinta fuera de los límites territoriales de Brasil.

En la tierra de Lula, cuentan desde Noticias24, esta propuesta cinematográfica que se rodó en los estados de Pernambuco y Sao Paulo ya fue vista por más de un millón de espectadores. En general, señala la fuente, la obra “tuvo mayor éxito en el noreste, donde el presidente es más querido”. En cambio, en la capital del estado de Sao Paulo, un área dominada por la oposición, el material no resultó tan aclamado. 

"No se la Puede Perder"